Para Adriana Ortemberg la salud es lo primero, así que ha sido tan amable de sugerirnos algunos consejos para que podamos disfrutar plenamente del verano sin preocuparnos por dañar nuestra salud. Según Adriana, siempre debemos de ir adaptando nuestra alimentación a los cambios de estación, lo que significa que hemos de darle a nuestro organismo lo que necesita en cada momento.
En verano hay varios aspectos a los que debemos prestar especial atención. Aquí van algunos consejos:
- ¡La hidratación! Es lo que más escuchamos por todos lados cuando llega el verano y evidentemente que de por sí tenderemos a beber más porque hace calor, sudamos, tenemos sed… Pero la cuestión es ¿qué hemos de beber? Si es sólo agua no estaremos incorporando los electrolitos (las sales minerales) que vamos perdiendo con el sudor, por eso es importante que repongamos no sólo el agua sino también las sales. Para mejorar nuestra hidratación podemos prepararnos infusiones frías de acuerdo a nuestras necesidades particulares, aquí algunas ideas:
- Bebida isotónica o limonada alcalina: mezclar 1 litro de agua alcalina, la punta de un cuchillo de sal marina o del Himalaya, otra de bicarbonato, el zumo de un limón y unas gotas de stevia al gusto. También podemos mezclar dos partes de agua de mar, 5 de agua dulce y el zumo de un limón.
- Infusión de jengibre, manzanilla y limón: si tenemos problemas digestivos, este tipo de bebida es lo más adecuado. Lo dejamos enfriar en una jarra y añadimos unas hojas de menta o hierbaluisa.
- Zumos verdes: a estos zumos (espinacas, apio, kiwi…) les añadiremos un poquito de agua de mar, sobre todo si nos falta energía.
- Bebidas vegetales con un puntito de sal marina.
- Protección solar: sí, ya sabemos que debemos evitar horas puntas para exponernos al sol y ponernos protección. Pero no nos referimos tan sólo a la protección externa de cremas, sino también a la protección interna, es decir de sustancias antioxidantes que nos ayuden a prevenir la oxidación que generan los rayos solares. Los alimentos ricos en betacarotenos (zanahorias, melones, melocotones, albaricoques) y otras sustancias antioxidantes (cerezas, moras, frambuesas….) no deberían faltar en nuestra menú diario. También alimentos ricos en grasa vegetal como los aguacates y el aceite de oliva ayudan a la salud de la piel.
- Estreñimiento: muchas personas padecen estreñimiento, pero otras que son regulares durante todo el año pueden padecer cambios en su tránsito intestinal durante la época de vacaciones. No hay que esperar, recurrir a las ayudas naturales que nos dan plantas y semillas como el psillium, la chía, la linaza, ortiga, malva y alimentos ricos en fibra (cereales integrales, verduras y frutas) es la solución. Y por supuesto hacer una toma de probióticos.
- Circulación sanguínea: para las personas que tienen problemas de circulación en verano, que sufren de piernas cansadas, congestión venosa…son recomendables las infusiones que apoyen al sistema circulatorio (desde clásicas como romero, menta, hasta otras como ginkgo biloba, vid roja, castaño de indias, etc). También una alimentación rica en sustancias antioxidantes como las frutas rojas.
- Sistema inmune: pueden darnos bajones de defensa durante el verano, quizás salimos de vacaciones con estrés acumulado y nos bajan las defensas cuando empezamos a relajarnos; o nos podemos resfriar por cambios de temperatura….Lo primero es fortalecer las defensas reforzando la flora intestinal (aquí también son recomendables los probióticos), luego ir recuperando la calma y mejorar la alimentación, hacer una dieta ligera con alimentos naturales, frescos y de temporada.