A causa del Estado de Alarma, que se ha proclamado para minimizar los contagios de Coronavirus, estamos viviendo unos días en los que nuestros hábitos y nuestra rutina han cambiado mucho.
Hay empresas cerradas, hay empresas abiertas en las que los empleados siguen estrictas medidas de higiene, y también hay empresas que siguen operativas con su plantilla trabajando desde casa. Si te encuentras en este caso, habrás deseado volver a la oficina, y es que llevar a cabo las tareas laborales dentro del entorno del hogar es más difícil de lo que parece; y más todavía cuando hay niños pequeños.
Hoy te planteamos algunos consejos prácticos para que tu jornada sea más eficiente y para que sientas que has aprovechado bien tu tiempo:
1- Crea un espacio de trabajo agradable y con todo lo necesario. Si dispones de una habitación tipo estudio te vendrá genial, pero si no es así busca una zona donde te puedas concentrar bien.
2- A quien madruga… Ya sabes lo que dice el refranero popular, pero es que es verdad. Si te levantas temprano aprovecharás mejor la mañana. Si además tienes niños en casa te aconsejamos madrugar más, mientras ellos duermen tu podrás adelantar tus tareas.
3- Todo listo para salir por la puerta. Es decir, te has de preparar como si fueses a ir al trabajo, vístete para salir a la calle aunque te tengas que quedar. El pijama o el chándal de los domingos no son un atuendo de lo más inspirador.
4- Marca un horario. Si no tienes hijos te resultará más fácil, simula que no estás en casa, imagina que estás en la oficina y deja a un lado las tareas domésticas que están pendientes. En el caso de que tengas a los peques viviendo su confinamiento deberás ser más flexible con el horario porque necesitan tu atención. Prepara un horario también para ellos, para que hagan deberes, vean pelis y sacarás más partido a los ratos en los que estan entretenidos.
5- Haz descansos: para que no decaiga el ánimo, la inspiración y el foco. Cuando llevas muchas horas sin salir de casa puedes sentir esa sensación de pesadez mental que nos lleva a una falta de concentración y de productividad. Por eso, es necesario que hagas descansos para comer un snack, tomar aire en la ventana o en el balcón, hacer unos ejercicios o estiramientos en el salón, o jugar con los niños.